16/1/09

Historia de todo y nada (Parte III: Ceros por todas partes)

Capítulos anteriores:
-Parte I: El origen de todo
-Parte II: Un molesto ruido
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"La teoría de la Gran Explosión no trata de la explosión propiamente dicha, sino de lo que sucedió después. No mucho después, por supuesto. En concreto, los científicos creen que pueden retroceder hasta 10-43 (o lo que es lo mismo, 0,000000000000000000000000000000000000001) segundos después del momento de la creación, cuando el universo era aun tan pequeño que habría hecho falta un microscopio para localizarlo.

Casi todo lo que sabemos o creemos saber sobre los primeros instantes del universo se lo debemos a una idea llamada teoría de la inflación, que propuso por primera vez un joven físico de partículas llamado Alan Guth. [...] Esta teoría sostiene que el universo experimentó una expansión súbita y espectacular una fracción de instante después del alba de la creación. Se hinchó, huyó en realidad consigo mismo, duplicando su tamaño cada 10-34 segundos. El episodio completo quizás no durase más de 10-30 segundos, es decir, una millonésima de millonésima de millonésima de millonésima de millonésima de segundo, pero modificó el universo, haciéndolo pasar de algo que podías tener en la mano a algo como mínimo 10.000.000.000.000.000.000.000.000 (1025) veces mayor. La teoría de la inflación explica las ondas y los remolinos que hacen posible nuestro universo. Sin ello, no habría aglutinaciones de materia y, por tanto, no existirían las estrellas, sólo gas a la deriva y oscuridad eterna."

La inflación cósmica
Todo ese tubo representa los 13.700 millones de años del universo. Los primeros instantes, donde pasa de ser casi nada a ser casi todo, corresponden a la inflación cósmica.


Y es que así son los números del Universo: tan inconcebibles como él mismo. Los científicos no se ponen de acuerdo con las cifras, y es normal; las cifras como las que habéis leído -y vais a leer- escapan a la comprensión de nuestros diminutos cerebros. Para haceros una idea -que no será, ni de lejos, aproximada- de lo que es, por ejemplo, 10-30 segundos, os propongo lo siguente. Coger un segundo, y divididlo en mil partes. Coged una de esas partes, y volvedla a partir en mil pedazos. Haced lo mismo ocho veces más y, al acabar, coged uno de esos fragmentos de segundo. Pequeño, ¿verdad?

Por supuesto, tampoco yo alcanzo a imaginar tales cifras, pero aún así intentaré explicar un poco más claramente lo que fue la inflación cósmica. Cuando el Universo nació, contenía una enorme cantidad de energía (de hecho, la contenía toda), una energía que había surgido de la nada, y que ahora que era algo ya no podía estar allí; el universo entró en una fase de gran inestabilidad. A partir de ahí empieza la inflación; un fenómeno fascinante. En el tiempo transcurrido entre los 10-37 y 10-34 , nuestro universo se hizo 1050 veces más grande (unos dicen más, otros menos; que más da), se calentó desde casi el cero absoluto (0 ºK = -273 ºC) hasta los 1028 grados Kelvin (recordad: un uno seguido de veintiocho ceros), y pasó de pesar apenas un kilo a más de 1050 toneladas.

Sé que suena estúpido, pero vamos a intentar agrandar 1050 veces algo. Por ejemplo... la bolita que hay en la punta de un bolígrafo. Sacrifiquemos un bolígrafo por la ciencia. Vale, si hacemos el diámetro de esa bolita diez veces más grande, tendrá el tamaño de... no sé... ¿un guisante? Sí, más o menos. Ya vamos por el 101. Ahora agrandamos el guisante 10 veces... tenemos una pelota de tenis. 102 . Si la volvemos a hacer 10 veces más grande, tendremos una esfera de unos 60 centímetros de diámetro, y si lo repetimos otra vez más nuestra esfera tendrá 6 metros de diámetro. Otra vez más y el diámetro será de 60 metros, que es la altura de un edificio de unas 25 plantas. Crece rápido, muy rapido. Pues bien, hemos agrandado a nuestra punta de boli sólo cuatro veces; quedan 46 más. Imaginaros el tamaño que va a alcanzar en poco tiempo.

Después de este vano esfuerzo por imaginar algo que se representa por unos pocos números, sigamos con el tema.

"Según la teoría de Guth, tras una diezmillonésima de billonésima de billonésima de segundo, surgió la gravedad. Tras otro intervalo ridículamente breve se le unieron el electromagnetismo y las fuerzas nucleares fuerte y débil, es decir, la materia de la física. Un instante después se les unieron montones de partículas elementales, es decir, la materia de la materia. De no haber nada en absoluto, se pasó a haber de pronto enjambres de fotones, protones, electrones, neutrones y mucho más..., entre 1079 y 1089 de cada, de acuerdo con la teoría clásica de la Gran Explosión.

Tales cantidades son, por supuesto, inaprensibles. Basta con saber que, en un solo instante retumbante, pasamos a estar dotados de un universo que era enorme (un mínimo de 100.000 millones de años luz de amplitud) y estaba en perfectas condiciones para la creación de estrellas, galaxias, y otros sistemas complejos."
Pero de esto, tranquilos, ya hablaremos en próximos capítulos.

Resulta también interesante saber, además del "cómo", el "de qué" está hecho nuestro Universo. Es un tema muy amplio y tremendamente complicado, pero os diré unas palabras de lo poco que sé. Tras la Gran Explosión, el universo parecía una sopa de partículas y antipartículas: quarks, leptones, WIMPs, gluones, bosones, gravitones, cuerdas cósmicas y agujeros negros primordiales se estrellaban unos contra otros como si de minúsculas bolas de billar se tratara. Parece que el universo creó la misma cantidad de materia que de antimateria pero, entonces, ¿cómo es que no se destruyeron mútuamente reduciendo el universo a nada de nuevo? La respuesta es tan simple como desconcertante, y la clave está en los bosones X y anti-X. Los físicos han calculado que, al descender la temperatura, estos bosones se desintegraron, formando partículas más pequeñas como leptones y quarks, y sus respectivas antipartículas, pero en una extraña proporción: por cada 100.000.000 de quarks y leptones se formarón sólo 99.999.999 antiquarks y antileptones. Gracias a ese pequeño desajuste, se ha formado la práctica totalidad de la materia que forma los planetas, estrellas y galaxias del universo actual.

Fascinante, ¿no creéis?

Más en el próximo capítulo. A ver qué maravillas nos depara la historia de nuestro Universo.

*Partes en cursiva extraídas de Una breve historia de casi todo, de Bill Bryson.
*Información adicional extraída de distintas webs.



...



He vuelto, y espero que sea por un tiempo. Al menos hasta que se acerquen los exámenes de Junio. La verdad es que ya tenía ganas de seguir con esto del Universo. No sé -espero que sí- si os servirá a vosotros, pero os aseguro que yo si que aprendo mientras escribo. Y mucho.

En fin, ahora que voy a tener más tiempo a ver si le dedico un poco a esto. Y estoy pensando en darle un lavado de cara y un cambio de rumbo a este blog... ya se verá.

Nada más. Gracias por leer, y recordad dejar un comentario, aunque sea diciendo que no os ha gustado :P

Un saludo a todos.

2 comentarios:

Sergio on 16 de febrero de 2009, 19:54 dijo...

Si, en eso tienes razón: escribiendo se aprende. Bueno, más concretamente, "escribiendo sobre astrofísica (si es que a esto se le puede llamar astrofísica y no teología) se aprende strofísica".
Me encanta volver a ser el primero en escribir comentarios, Mario, aunque quizá se deba a que la astronomía tira para atrás a la mayoría de tus lectores. Este post toca un asunto fundamental (los orígenes. Puag. Siempre buscando los orígenes), aunque desgraciadamente lo único que tenemos actualmente son hipótesis (porque la teoría inflacionaria será la más extendida, pero no la única).
Ya estoy esperando a que te pongas a hablar de estrellas, Mario. Y, a título de sugerencia (supongo que todo llegará), también etaría bien un post sencillito sobre partículas subatómicas, porque yo tengo un pequeño gran cacao en la cabeza que la lectura de "una breve historia de casi todo" y de algún librito de Feynman no consiguieron arreglar del todo. De hecho, ahora lo único que recuerdo es que los quarks eran las subpartículas de las subpartículas y que los gluones (que nombre más original, no?) eran lo que las mantenía unidas (no! En serio?)
Por cierto, desde aquí recomiendo a todo el mundo que se lea "una breve historia de casi todo". Algunas partes se hacen un poco aburridas, pero ofrece una visión global de muchas cosas y llega a enganchar.

Por cierto, Mario: tienes por ahí una pequeña errata. Creo que te has comidop una sílaba.

Sergio on 16 de febrero de 2009, 19:56 dijo...

Jooo... He tardado justo un mes en escribir un comentario. ¡Que desastre!

Y encima el ordenador (estoy en uno del poli) ha declarado una Santa Cruzada contra mi y no me dejaba publicar el comentario de ninguna manera...

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