Haciendo la mona (Obsequio para la boca)

Açí em pica, açí em cou...
...i açí et trenque l'ou!

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Lo sé, siempre llego tarde. Pero dicen por ahí que más vale tarde que nunca. En fin.

Hace un tiempo escribí un post sobre la horchata, pensando en escribir posteriormente algo más sobre comida (ñam...). Y como hoy mi madre ha hecho una cena tirando a frugal... pues me comeré el postre tecleando sobre comida.

Hace pocos días que acabó la Semana Santa (entre comillas, porque son menos de siete días), aunque por suerte en algunas comunidades (véanse Cataluña, Comunidad Valenciana y algunas más) todavía disfrutamos de vacaciones escolares hasta el lunes 20 inclusive. Y en estos días, claro, me he puesto morado a base de monas. No, mentes perversas, no me refiero a las monas del zoológico. Me refiero, por supuesto, a las monas de Pascua.

Las monas son unos dulces típicos de la Comunidad Valenciana, Cataluña, y algunas zonas del norte de Murcia (vamos, los dominios de la AP-7, más o menos). Es una torta típica de la época de Pascua, que consiste en un "bollo" dulce decorado con huevos duros pintados, o huevos de chocolate para los niños. Su degustación, el Lunes de Pascua, representa el fin de la Cuaresma, el fin de la abstinencia, y el huevo representa algo así como la "nueva vida". Pero bueno, empezaremos con un poquito de historia. ¿Os parece?

He leído por ahí cosas sobre referencias bíblicas a los huevos de la mona de Pascua, pero no quiero remontarme tanto. Empezaremos por los árabes que, en la pascua musulmana, regalaban estas monas a sus ahijados, cada año, hasta que tomarán la comunión. Y regalaban también huevos, tantos como años tuviera el niño. La palabra mona, por lo que parece, viene del término árabe munna, que viene a significar algo así como "obsequio para la boca", pero en su sentido más literal. Vamos, que era un obsequio, un regalo, y era para llevárselo la boca.

La costumbre actual es similar a la de aquella época, aunque ya quedan pocos que la sigan. Los padrinos, el Domingo de Pascua, regalan una mona a sus ahijados, y al día siguiente, Lunes de Pascua, se reúnen familia y amigos par salir al campo y comerse las monas. Lo más típico es comerlas como merienda, pasar un rato en familia, cantar canciones tradicionales y volar la cometa (empinar el catxirulo, decimos por aquí). Aunque, por supuesto, no falta quien se monta auténticas comilonas a base de paella, chuletas, embutidos y vinos, por lo que cuando llega la hora de comerse la mona sólo la prueban los niños que han comido poco; y se hinchan a mona, ya que el resto están todos a punto de reventar. Yo... yo era de esos niños :)

Olvidaba decir que, si la mona es de las de huevo duro, se suele seguir una curiosa tradición: romperle a otro el huevo en la frente. Dicho así suena un poco cafre, pero en realidad se hace recitando los versos que hay al principio del post, y con una especie de coreografia. Con el Açí em pica (aquí me pica), te llevas el huevo a un hombro; con el açí em cou (aquí me escuece) al otro, y con el ...i açí et trenque l'ou (y aqui te rompo el huevo) se lo rompes al otro en la frente. La dureza del impacto ya depende de cuánto aprecies al afortunado que recibe el golpe, y digo afortunado porque se supone que trae suerte. Si es cierto, yo en mi infancia debí de dar mucha suerte a muchas personas ;)

Pero vamos a lo importante. La mona tradicional, la de toda la vida, es algo así:

Como se ve, es un bollo horneado, decorado con huevos de colores (o de chocolate) y anisetes. Éstas son las que se regalan a los niños, con forma de pez, conejo, serpiente o cualquier otra, que en los hornos y pastelerías son muy demandadas, y en los supermercados bastante caras -además de cutres-. Pero no sólo hay monas para los niños; también pueden ser más voluminosas y carecer de huevo, y comerse cualquier día de las vacaciones de Pascua. Se les llama entonces "panquemados" (pancremats, en valenciano), y se comen a cualquier hora del día, mojados en en la leche del desayuno, o con un trozo de chocolate para merendar. Mi madre ha heredado la costumbre de mi abuela de hacerlas cada año, y este año hizo tal cantidad que llevamos toda la familia desayunando monas más de una semana. No les he hecho fotos a las de mi madre, pero los panquemados son algo así:

Por supuesto, a mi madre le salieron más bonitas, y seguro que más sabrosas.

No voy a hablar mucho de la receta porque hay muchas por internet. Hacer la masa, de harina, azúcar y huevos, es la parte más dificil, pues hay que estar mucho rato amasando y pegándole unos puñetazos tremendos (mi madre, y no es broma, acaba siempre sudando la gota gorda). Después se hace la forma de las monas, y se ponen en un lugar cálido y cubiertas con una manta durante varias horas, para que se hinchen. Cuando están en el punto justo -ese que sólo saben las madres y las abuelas-, se meten en el horno no sé cuánto tiempo, y ya está. Se dejan enfriar... y a comer se ha dicho.

Según la Wikipedia, el municipio con más tradición en este dulce es Alberic, al suroeste de Valencia, pero yo de esto me acabo de enterar. De todos modos, las monas que he descrito, las tradicionales, ya sólo se hacen en la Comunidad Valenciana, porque en Cataluña han evolucionado, como los Pokemon (lo siento, tenía que decirlo). Al principio eran como las de aquí, con más inclinación por los huevos de chocolate que los huevos duros. Sin embargo, poco a poco fueron cambiando, y ahora el panquemado ha sido sustituido por una especie de torta de pan decorada similar a una tarta, y el huevo por cualquier figura esculpida en chocolate, llegando a hacerse verdaderas obras de arte. Es famosa, de hecho, la "disputa" entre las mejores pastelerías catalanas por hacer la escultura de chocolate más impresionante. Os dejo como muestras una casita de chocolate que cualquier persona podría regalar a su ahijado y, debajo, una maravilla comestible que seguramente cueste varios cientos de euros.

Pues... ya no me queda mucho más que contar. En algunas zonas, en Pascua, comemos otros dulces aparte de las monas, como las tortas de nueces y pasas, el chocolate caliente con churros, o los rollitos de anís. Como podéis imaginar, he sufrido mucho en estas vacaciones, porque no tenía tiempo para comer tantas cosas buenas :P

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Ya parece que me estoy acostumbrando a esto de tardar tanto entre post y post... pero es que siempre me sabe mal hacer algo en lo que se que voy a invertir bastante tiempo con los exámenes finales tan cerca. La cuestión es que al final pierdo el tiempo igualmente, y con cosas menos productivas, pero qué le voy a hacer, no tengo remedio.

En fin, a ver si aprovecho los cuatro dias que me quedan sin clase y posteo algo más, que siempre tengo ideas pero nunca tiempo. Un saludo a todos los que me leéis.

C'est moi (666666)

Hoy no voy a contaros nada, ni voy a daros la paliza con parrafadas de las mías. Sólo quería comentar que he cambiado mi apodo de Blogger. Al empezar puse mi nombre completo, y ahora, después de mucho tiempo pensando en hacerlo, me he decidido a cambiarlo y utilizar el nombre que suelo usar en internet, "seiseises" (léase tal y como suena, algo así como "seis seises" dicho deprisa). Así que ya sabéis también el nombre de mis cuentas de google, lastfm... si sois ladrones o ciberacosadores, no os podéis quejar de las facilidades, ¿eh?

Pues eso, que a partir de ahora si alguien llamado seiseises os deja un comentario ridículamente largo contando cualquier cosa estúpida o carente de sentido, c'est moi.

A ver si mañana, o antes del domingo como mucho, posteo lo que tengo pensado. Un saludo.