20/12/08

Ídolos (Ari & Alissa)

Hoy quiero contaros una historia. La historia de dos jóvenes muy distintos, que no se conocen de nada, pero que están unidos por una pasión: la música. Se llaman Ari Koivunen y Alissa White-Gluz.

Alissa White-GluzAlissa White-Gluz es una extrovertida joven canadiense, que forma parte de una banda de metalcore llamada The Agonist, con los que sacó su primer disco "Once only imagined" en 2007. Destaca -a la vista queda- por su joven belleza, su curiosa melena multicolor, y su capacidad de combinar, a la hora de cantar, cuidadas voces limpias y los más salvajes arrebatos guturales (ver vídeo al final del post). Fue considerada por la revista Revolver como una de las "hottest chicks in metal" ("chicas más calientes del metal") del año 2007.
Ari Koivunen


Ari Koivunen, por su parte, es un chaval finlandés discreto y algo tímido, de larga melena rubia. Gran aficionado de la música metal, brilló en algunos campeonatos de karaoke de su país, ganando el campeonato nacional y quedando después tercero en el Campeonato del Mundo de Karaoke en 2005, méritos que empezaron a descubrir su talento para cantar.
Estos dos jóvenes tienen, como decía, una cosa en común: la música. Más en concreto, ambos se presentaron a famosos concursos musicales de su país: Alissa a Canadian Idol y Ari a Suomen Idols. Y ambos gustaron al público.

Ari Koivunen se presentó al programa con un único objetivo: darse a conocer (ver video del casting). Empezó con muy buen pie, pero al cabo de unas cuantas rondas empezó a recibir críticas del jurado por cantar únicamente piezas de rock y heavy metal. Pero el público no lo veía así, todo lo contrario: su voz les parecía genial, y cada vez le daban más votos. Figura en la Wikipedia una frase que Ari respondió al jurado tras recibir las susodichas críticas: "No veo razón alguna para considerar lo que la gente podría pensar, ya que parece que les gusta lo que hago".

Alissa se presentó en plan broma. Su novio se lo propuso entre risas y, también entre risas, ella dijo que por qué no. A ver hasta dónde llegaba... Y habría llegado lejos. Los miembros del jurado se vieron ante ellos a una atractiva joven con unas pintas un poco raras, y su sorpresa fue aún mayor cuando vieron su vídeo de presentación, donde salía con su banda, vestida de cuero y tachas, dando tales berridos que pocos los asociarían con su imagen. Habían visto presentarse a los castings a cientos de personas sin talento y a otros tantos frikis que iban por salir en la tele, pero esta chica era distinta: tenía talento y carácter, y creía en lo que hacía.

Ari KoivunenAri cantó piezas de bandas míticas del rock y el metal como Whitesnake, Led Zeppelin y Stratovarius durante las rondas eliminatorias, demostrando su gran voz y su buen inglés, y tras las mentadas críticas por parte del jurado, decidió darles un respiro sonoro con el clásico de Broadway "You break my heart". Pero se lo pensó mejor y en las siguientes rondas siguió cantando temas de la música que le gustaba, recibiendo cada vez mas críticas del jurado y más halagos del público. Con estos temas fue eliminando a sus oponentes y, finalmente, llegó a la gran final donde, más que ganar, arrolló, obteniendo un 57% de los votos interpretando "Black Hole Sun" de Soundgarden, "FullMoon" de Sonata Arctica (ver video, recomendado), "Still loving you" de Scorpions (ver video, mas recomendado aún) y "On the top of the world" de The Carpenters.

Alissa White-GluzAlissa, por su parte, empezó en el casting con un trozo de una canción de su banda, y a medida que sacaba voces guturales de su garganta las caras de los jueces eran cada vez más dignas de ver. Le dijeron que no se podía ganar un concurso de esas características cantando sólo ese estilo. Cantó entonces un fragmentó de "Bohemian Rhapsody" de Queen, y los jueces quedaron definitivamente convencidos y entró en el concurso (ver video). Pero aquello había comenzado con un "hazlo, será divertido" de su novio y, además de seguir yendo al instituto, Alissa ya tenía un contrato de grabación, así que no quería quedarse a pesar de que los jueces querían que se quedara. Tras unas pocas negiciaciones, lograron "retenerla" unos días más, pero tras eso Alissa abandonó el programa.

Ari, por ganar la final, fue premiado con 30.000 € y un contrato de grabación con SonyBMG, y sacó su disco debut "Fuel for the fire", que alcanzó disco de platino en pocas semanas gracias en parte al videoclip de "Hear my call", que os dejo más abajo. Ya en 2008, sacó su segundo disco "Becoming", que también fue éxito de ventas en escandinavia.

Alissa White-GluzAlissa, como hemos visto, abandonó Canadian Idol, y siguió con The Agonist cantando y girando por todo el mundo, junto a bandas de renombre como Epica, Overkill, Sonata Arctica, Enslaved y Visions of Atlantis.

Su álbum "Once only imagined", lleno de ritmos aplastantes y geniales melodias, y con una temática social y ecologista, fue muy bien recibido por la crítica, y actualmente The Agonist prepara su nuevo disco. Al final os dejo su video "Business suits and combat boots".




Y esta era la historia. Dos jóvenes talentos, amantes del rock. Él fue a la televisión para probar suerte, y ella por una apuesta con su novio. Ella gustaba a los jueces y él no recibía mas que críticas. Él ganó el concurso y ella abandonó voluntariamente poco después de empezar. Él ha cumplido su sueño de grabar un disco y codearse con los mejores, y ella ha llegado alto con su banda y ha girado con las bandas favoritas de él. Y todo a raíz de un programa de televisión. Las versiones canadiense y finlandesa de Operación Triunfo.
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¿Os imagináis a alguien como estos dos chavales recibiendo buenas críticas o ganando un concurso así en España? Yo no. Si hubieran nacido españoles, Alissa todavía continuaría tocando en bares frente a 20 personas, y Ari habría tenido que seguir conformándose con escuchar a sus ídolos en el mp3. Aquí sólo gana Chikilicuatre, las Ketchup, las Supremas de Móstoles. Ellos nos representan, nos muestran al mundo. En fin, cada día tengo más ganas de visitar Finlandia. Y Canadá.

Un saludo. Os dejo los vídeos prometidos.

Ari Koivunen - Hear my call (ver aqui, el embed code está desactivado en youtube...)

The Agonist - Business suits and combat boots


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El blog ha estado un poco habandonado estas últimas semanas. Pido disculpas, tengo mis motivos. De todas maneras, lo va a estar más aún durante un tiempo, ya que en breve me iré, primero a mi pueblo y después a Nueva York. Así que no volveré por aquí hasta pasadas las vacaciones.

Feliz Navidad a todos. Y Feliz año nuevo. Y felices vacaciones. Un abrazo a todos.

9/12/08

Yasna bidánel córtin gles



Y luego decimos que los ingleses se comen letras al hablar...

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Por fin. La Navidad está a la vuelta de la esquina. La época de los reencuentros, el cava, el turrón y las comilonas en familia. Época de felicidad, luces navideñas, ambiente festivo y abetos adornados por doquier. Época de regalos para muchísimos niños en el mundo, aunque por desgracia no para todos. Época de buzones repletos de catalogos de juguetes, y época de comer, de comer mucho, pavo relleno y turrón o polvorones los más tradicionales y roast beef y plum cake los mas anglosajonizados. Época de amor, amistad, felicidad, ilusión y alegría. Época de celebrar el bimilésimo octavo cumpleaños de Jesucristo, nada más ni nada menos.

Y la época del Corte Inglés.



Sí, amigo mío. Como bien dice el título de este post (ese que no sabías si era en español, inglés, ruso o, quién sabe, en klingon), ya es Navidad en el Corte Inglés. Y en muchos otros establecimientos del estilo, tiendas de ropa, joyas y regalos, y grandes cadenas y empresas en general. Nuestros humildes buzones se colapsan de folletos repletos de ofertas, la televisión por la mañana se hace insufrible para los que ya no juegan con muñecas o coches teledirigidos, y por las tardes y noches más de lo mismo con innumerables películas malas sobre papás noeles y otras americanadas varias.

Pero, sobre todos, destaca el Corte Inglés.

Allí van cuando quieren comprar más de una cosa que no vendan en la misma tienda, y las paradas del metro cercanas a él son las más concurridas en muchas ciudades. Allí van, dispuestos a cambiar los billetes y monedas que tanto cuestan de conseguir por esta pulsera o aquel abrigo, estas zapatillas o aquella videoconsola; a fundir sus tarjetas de crédito que, tras la jornada, echan humo procedente de la incineración que están padeciendo sus cuentas corrientes.


Y, para ser los primeros, allí están, el primer día de rebajas, amontonados en la puerta, haciendo cola desde horas antes, para comprar lo primero que encuentren muy bien de precio, con un gran descuento, aunque no se lo vayan a poner en la vida, o aunque la suegra o marido de turno no vaya a poner buena cara tras el regalo. A lo Pretty Woman. Al menos, ha salido barato. Y, al menos, esa gran oferta no se la ha llevado el que venía detrás.

Dicen las encuestas y las estadísticas (algo fundamental en la sociedad de hoy en día) que estas navidades cada español se gastará bastantes cientos de euros en caprichos, viajes, comidas (sean de empresa o familiares) y, sobre todo, en regalos. Compraremos un coche nuevo, o renovaremos el móvil o el ordenador, o nos iremos un par de veces a esquiar o, quien sabe, a Brasil, que ahora allí es ya verano. Y compraremos muchos regalos, para los padres, los hermanos, los primos, los amigos más íntimos y, sobre todo, para los niños. Menos mal que existe la paga extra navideña.

Y, por todo esto y más, los empleados del Corte Inglés, así como los de los ya mencionados establecimientos similares, tendrán que trabajar mucho y duro. Porque allí hay de todo. El Corte Inglés, y con él todas las tiendas de joyería y ropa de marca que suelen rodearle, venderán muchísimos productos que otras tiendas de otros puntos de la ciudad no venderán, aunque sea más barato. Las auténticas librerías, donde busques lo que busques el librero te indicará el estante o te encargará el libro si no queda, se quedarán vacías, porque en el Corte Inglés hay de todo, o al menos de todo lo que la gente compra por inercia, porque sale en la tele o porque ha vendido millones de ejemplares, aunque no valga nada; y todo está al alcance de la mano o, como mucho, de una señorita que no tiene ni idea del libro del que le estás hablando, pero que amablemente te lo buscará en la base de datos del ordenador. Y lo mismo con las tiendas de música, que quedarán también desiertas mientras ven como el Corte Inglés, que vende los discos a un precio mucho mayor, agota sus stocks de los grandes hits de turno. Y ni qué decir tiene que peor lo pasarán otros establecimiento como tiendas especializadas en articulos de pintura, o pequeñas jugueterías de esas que ya casi ni se ven, porque están desapareciendo.

Por supuesto, no sólo nos dejaremos el dinero en el Corte Inglés. Como ya he dicho, iremos a varias comidas y cenas familiares y de empresa, nos daremos algunos caprichos (recordad que los Ferrero Rocher sólo se venden en invierno), haremos alguna escapada y, por encima de todo, compraremos lotería. Algunos, mucha lotería.

"Este año, toca", dicen casi todos. Y tú qué sabes. Eso no lo decides tú, sino unos bombos llenos de bolitas numeradas. Precisamente por eso es lo que es, una lotería. No te ha tocado en cincuenta años que llevas comprando cantidades ingentes de lotería; no por eso te va a tocar ahora. Te tocó un buen pellizco el año pasado, así que ahora no compras. Tú verás, igual has desperdiciado una buena racha de suerte. He leído que los españoles solemos decantarnos por unas cuantas terminaciones que, curiosamente, son históricamente las menos premiadas. Al fin y al cabo, los sorteos no tienen memoria. Todos los años hay exactamente las mismas posibilidades de que salga este numero o no salga aquel otro, más en concreto una entre los 85.000 números que se juegan. Esto es algo que todo el mundo sabe, pero que muchos no quieren admitir. Si has tirado una moneda veinte veces al aire y las veinte ha salido cara, no hay motivo alguno para suponer que la siguiente ha de ser cruz por fuerza. La moneda no tiene memoria. Sigue habiendo las mismas posibilidades de cara que de cruz. Pero esto es un tema distinto, muy distinto del que nos ocupa.

Iba diciendo que compraremos (hablando siempre en general) mucha lotería. Del colegio de los hijos, de la frutería de la esquina, del sorteo benéfico del convento de al lado. De la empresa, del club de tenis, o del taller del coche. Y, por supuesto, de nuestro número favorito. Decenas, y muchas veces cientos de euros, invertidos con la esperanza de que toque algún premio decente con el que contrarrestar los gastos navideños, darse algún otro capricho (¡qué caprichosos somos!) o "tapar agujeros" en casa. Por si toca. Antes de que lo pienses, acerca de eso de "pero al final siempre toca", sólo haré referencia al ejemplo de la moneda de antes.

No os voy a entretener más, si es que habéis aguantando leyendo hasta aquí. No me esperéis en el Corte Inglés, porque sólo me pasaré por allí si es absolutamente necesario, y procuraré que sea a horas de baja afluencia.

Un saludo. Os dejo una foto de gente haciendo cola en la entrada del Corte Inglés, un día de rebajas. Nos os preocupéis por esos que hay a los lados, deben de ser unos cuantos raros buscando una librería o una zapatería, o simplemente japoneses haciendo fotos. Ah, por cierto, ¿alguien quiere un décimo de lotería?


Rebajas en el Corte Inglés


1/12/08

Esa es la palabra (Epíteto odontológico)

Llevaba ya mucho tiempo buscando la palabra más adecuada para describir a mi actual dentista. Y qué mejor manera de expresar mis sentimientos hacia ella que con la imagen del mes de noviembre que me sorprendió al mirar el calendario de mesa que tiene en la sala de espera.



Sí. Esa es la palabra.

Quién me iba a decir a mi que un calendario lo expresaría mejor que yo. Y, para colmo, un calendario cutre, horrible donde los haya.

Hasta la próxima visita.


PD: Perdón por tantos días ausente y por los comentarios no contestados, pero he estado muy ocupado.
 

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