21/10/08

Pon un nanobot en tu vida

En el anterior post hablaba de lo más grande que conocemos: el propio Universo. Hoy le toca el turno a una de las cosas más pequeñas a nuestro alcance: la nanotecnología.

A mucha gente le cuesta entender lo que sig
nifica de verdad la palabra "nanotecnología", pero vamos a hacer un esfuerzo. Veamos. Nuestra piel pesa unos 5 kilos, y tiene una superfície de unos dos metros cuadrados y un espesor medio de 1 mm. Imaginemos por un momento que cogemos una muestra de un centímetro cuadrado de piel del brazo: acabamos de separar de nosotros más de tres millones de células, amontonadas en unas diez mil capas de unas trescientas células cada una. Ahora, con muy buen pulso, cojamos una sola de esas células. Pequeña, ¿verdad?. Pues sí, bastante pequeña. Estamos hablando de un diámetro de 100 nanometros (la diezmilésima parte de un milímetro). Imaginemos ahora algo 10 veces más pequeño: es más o menos el tamaño de un virus pequeño (el de la gripe es algo mayor). Pensemos, por último, en un tamaño cinco veces inferior, exactamente 2 nm (nanómetro). Ya lo tenemos. Ese es el diámetro de los tubos de carbono por los que circulan unos modernos nanobots utilizados con fines médicos.


Por supuesto, los habrá de tipos y tamaños muy variados, pero todos tienen una cosa en común: son muy, muy pequeños. Y están construidos por el hombre. Por ejemplo, los nanobots de los que hablaba hace un momento son unos dispositivos microscópicos (o quizás sería más acertado decir "nanoscópicos") que se utilizan en intervenciones quirúrgicas... pero a nivel celular. Para el que no lo haya entendido, lo digo más claro: esos nanobots te operan las células. Eso sí que es llegar hasta el fondo del problema.

Son robots, sí; pero no robots como los que solemos imaginar. No están hechos de chapa y cables, de hierro, plástico y chips. Están hechos, en sentido pleno y literal, de átomos. De unos cuantos átomos y moléculas manipuladas para conseguir un objetivo. Quizás sea más fácil de entender si os digo que los tubos por los que circulan estos nanocirujanos son moléculas artificiales hechas a base de átomos de carbono (ver animación a la derecha). Mola, ¿eh?

Pues así es el campo científico de la nanotecnología. Por supuesto, los investigadores de este campo no solo se centran en robots. La nanotecnología no relaciona a los objetos que trata por su naturaleza, sino por su tamaño. Así, entendida como la manipulación y estudio de materia a nivel nanométrico, con átomos y moléculas como materia prima, la nanotecnología es un campo multidisciplinar que abarca desde la medicina hasta la informática, pasando por la física, la química, la electrónica o la bioquímica. Es, en definitiva, una pequeña rama de la ciencia relativamente reciente, pero con un enorme -paradójicamente enorme- futuro por delante.

Y es que la nanotecnología es aplicable a muchísimas cosas. Empecemos por la alimentación. ¿Os imagináis unas salchichas inteligentes que cambien de color cuando estén cerca de su fecha de caducidad? ¿Un yogur sin conservantes que tarde meses en caducar y no pierda sus propiedades? ¿Una manzana con olor a jazmín fresco? No es manipulación genética, tan perjudicial a veces; no son alimentos transgénicos. Son alimentos manipulados a nivel atómico. Pura ingeniería molecular.

Pero aún hay más. Imaginad insecticidas no tóxicos; chaquetas inteligentes capaces de resistir el agua sin hacer uso de esos molestos tejidos impermeables, y que además usen el agua para calentarte; gafas graduadas que te protejan también de la luz solar cuando la detecten; estructuras férreas antiseísmo que sean capaces de aguantar edificios de miles de pisos (sí, miles) sin siquiera inmutarse; aviones y misiles totalmente invisibles al ojo humano y a cualquier tipo de detector... Y todo manipulando moléculas, quitando átomos de su sitio y reorganizándolos a voluntad para, si no queda alternativa, curarte de una enfermedad degenerativa o salvarte del sida o la malaria.

Dejad de imaginar, porque todo eso lo veremos pronto. La nanotecnología es un campo en plena eclosión y en contínuo desarrollo. La ciencia ya nos ha dado unas cuantas muestras palpables (bueno, en este caso, "palpables" puede no ser el término más exacto) de ello, pero muchas son las aplicaciones en las que ya se está trabajando y muchas más son las sorpresas que en el futuro nos dará.

Así que ya sabéis. Si algún día os hacéis una herida en alguna célula, preguntad por algún nanobot.

Me despido. Un saludo a todos los que me leéis.


PD: La idea de este post me la dio un artículo que leí hace unos días, y quería poner algunos datos concretos que aparecían en él... pero la revista ha desaparecido en el caos de mi habitación, asi que he mezclado lo que recordaba con lo que ya sabía. Perdonadme si encontráis algún error. Soy humano, no nanobot.


5 comentarios:

Silderia on 22 de octubre de 2008, 9:03 dijo...

Interesante post, me ha gustado mucho lo de curar las células.
Una cosa, si una estructura está compuesta por un determinado número de moléculas y átomos dispuestos de una forma X, y eso es lo que le da sentido en si de tener la forma y las carácterísticas que tiene, si cambias la disposición molecular y atómica que compone ese tejido, deja de ser X para convertirse en Y y los efectos de cambiar una conformación molecular, reorganizando, quitando o añadiendo átomos, ya sean de carbono o de lo que quieran, todavía no se conocen a largo plazo. A todo esto, las moléculas tienden a reorganizarse en su estado inicial, sin que nadie les diga nada. Es que son alumnas muy aplicadas. Por eso todavía no hemos visto ni la mitad de lo que se puede hacer en este campo.
Me ha gustado mucho este artículo.

Sergio on 28 de octubre de 2008, 18:19 dijo...

Bueno, pues ya estoy de vuelta para defender mi honra y mi diploma; así que prepárate para un comentario largo, Mario (es broma).
La vedad es que me he quedao muy pillao (lo siento, pero no puedo escribir eso correctamente) con el tamaño de los nanobots que ya se están utilizando. Aunque, claro, tal y como ya dices, eso se parece poco a lo que la gente entendería por "nanobot" (una especie de miniengendro antropomórfico que hace lucecitas y entona mal las palabras). Yo confío en el poder de la ciencia para superarse a sí misma y dejarnos a todos anodadadados (no la busques en el diccionario, que no existe).
Imagino que debe ser horriblemente complejo trabajar a niveles tan microscópicos; la verdad es que no sé exactamente cómo lo harán. Al fin y al cabo,lo único que diferencia al plomo del oro es una pelotita (protón, para quien no tenga sentido del humor) en el núcleo. Las propiedades de los elementos, lo que los hace tan valiosos o tan sumamente inútiles, las confiere su configuración electrónica, o el número de pelotitas que están pegando vueltas al núcleo. El día en que sepamos convertir el plomo en oro, el hidrógeno en helio, etc, sin provocar una explosión de fusión, os ecologistas se quedarán sin trabajo.
En mi condición de arquitecto en potencia me ha impresionado bastante lo de los edificios de miles de pisos de altura. Guaaaau... Se acabó la falta de solares. Podrás meter una ciudad en medio kilómetro cuadrado...
Espero que vivamos para verlo.
Un post muy interesante, Mario.

PD: esta vez no hay postdata.

Unknown on 28 de octubre de 2008, 18:45 dijo...

Así me gusta, demostrando que mereces el diploma xD

Perdona que te corrija, pero lo que separa al plomo del oro no es una pelotita... sino tres. Concretamente, el oro tiene 79 y el plomo 82 :P

Y otra cosa. El dia que sepamos convertir plomo en oro, no serán sólo los ecologistas los que se queden sin trabajo. Quizás los joyeros también xD

Respecto a los edificios... ¿te imaginas decenas de miles de habitantes en un edificio de miles de pisos?. Yo creo que tuviste un presentimiento hace años, y por eso tenías tan claro lo de ser arquitecto xDD

Un saludo a todos. Proximamente dire algunas cosillas más sobre nanotecnología.


PD: Así me gusta, sin posdatas xD

Sergio on 28 de octubre de 2008, 20:23 dijo...

Corrígeme, corrígeme que es sano. Por cierto, me resulta curioso que te dediques a hablar primero sobre lo más grande y luego sobre lo más pequeño. Digo que es curioso porque, durante todo el siglo XX los científicos se han dedicado casi exclusivamente a lo más grande y a lo más pequeño. De hecho, ahora la física lucha por unificar la teoría de la relatividad de Einstein (resulta que Newton no fue 100% preciso) y la mecánica cuántica en algo que se llamaría (si no recuerdo mal)teoría cuántica de la gravedad, una teoría de la gran unificación.
Bueno, no sé a cuento de qué viene esto. Por cierto, si no sabes sobre qué escribir (después de otro post sobre nanotecnología que ya has prometido por ahí) y quieres hacerme un favor, podrías escribir sobre los posibles finales de una estrella (enana blanca, estrella de protones, supernova, agujero negro). No sé muy bien cuándo pasa una cosa y cuándo pasa otra. Así que, si te aburres y te apetece preguntarle a Santa Wikipedia o a algún otro semidiós y/o sabio...

Unknown on 28 de octubre de 2008, 22:54 dijo...

Me he vuelto a adelantar xD

Lo que escribí sobre el origen fue el principio de una (espero que) larga "colección", a modo de fascículos xD. Tras el origen, vienen las galaxias, y por supuesto despues las estrellas, y más cosas. No debería decirlo, porque ahora ya no tiene emoción, pero como ahora este post ya n es el último no leera nadie este comentario :P

Un brindis por la Gran Unificación

Saludos


PD: ahora si que no has puesto posdata xD, te he pillao

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